La Semana De Respiro Del Planeta
Démosle una semana de respiro al planeta.
Creemos que es muy importante frenar, aunque sea un poco, el maltrato que está recibiendo nuestro planeta, cuya consecuencia es la actual crisis climática. Por ello, el objetivo que proponemos es darle un respiro de una semana al año, con un paro muy similar al que sucedió al principio del confinamiento por la COVID, exceptuando, como en ese momento, aquellas actividades consideradas esenciales, y también excluyendo las que no supongan cualquier tipo de contaminación.
Aunque suene utópico, en algunos sectores ya se hace algo parecido, por ejemplo los que mencionamos más abajo, en la propuesta.
Somos conscientes de que ahora mismo lo que pretendemos es una utopía, pero también es una realidad que el confinamiento por la COVID nos ha enseñado que no hay medidas imposibles, sino que todo depende de la urgencia del peligro que nos aceche. Y la paradoja es que el planeta se encuentra ya en estado de pánico, aunque muchos no sean, o se resistan a ser, conscientes de ello.
AHORA SOLO PEDIMOS TU FIRMA, pero una actitud ecologista es tarea de todos los días y en todos los ámbitos posibles.

COVID 19
Propuesta para hacer llegar a la ONU
Es imposible que los humanos podamos tener salud en un planeta enfermo, pero la Tierra no es un objeto inerte, es un organismo vivo capaz de curarse.
En tan solo cinco días, desde el 14 de marzo de 2020 en que empezó el estado de alarma por la COVID en España, por ejemplo, los niveles de concentración de dióxido de nitrógeno en las principales ciudades disminuyeron en un 64% de media. Esto significa que el planeta tiene una gran capacidad para recuperarse, en parte, del daño al que le somete el ser humano diariamente.
Por ello solicitamos que la ONU haga suyo el compromiso de pedir encarecida e insistentemente a todos los gobiernos que legislen para respetar «la semana de respiro del planeta», parando, exclusivamente, todas las actividades contaminantes no esenciales durante siete días al año en bien de nuestro único, insustituible y muy deteriorado hogar común. Porque la opción suicida de no hacer nada a nivel general… no es lógica ni coherente con nuestra salud global ni con la trágica situación actual de la crisis climática.
Algo similar a los periodos de descanso biológico por cierres temporales de algunos caladeros marinos, para la recuperación de las especies, y al barbecho, sistema de cultivo que consiste en dejar de sembrar la tierra periódicamente para que se regenere.
Esta medida pretende redundar en el beneficio ecológico de todo el planeta y de todos los seres humanos, por ello pensamos que sería muy injusto que únicamente unos sectores de la sociedad, por contaminar, tuvieran pérdidas económicas y otros no, al ser esenciales o no contaminantes; por tanto, y para equilibrar esta situación, solicitamos también que en esa semana, cualquiera que pertenezca a estos dos últimos grupos y que reciba una retribución económica por su trabajo, o como ayuda o pensión (con unos mínimos que se concretarían en su momento), cobre únicamente el salario mínimo interprofesional, para compensar a aquellos trabajadores cuya pérdida económica supere dicho salario mínimo, y destinando el resto, si lo hubiere, para mejoras ecológicas.
Somos conscientes de que esta pequeña reducción en los ingresos es un inconveniente para lograr firmas, pero la realidad es muy amenazante, incluso aterradora, por lo que todos debemos colaborar, ya que no podemos conseguir resultados diferentes haciendo lo mismo. Es una pequeña renuncia para conseguir un bien mucho mayor. Además, la reducción no sería para todos igual sino de forma progresiva, según el nivel de ingresos.
Si el salario mínimo interprofesional no estuviera en vigor en un país, se podría sustituir por un porcentaje a cuantificar del sueldo de esa semana, que sería valorado por expertos economistas del gobierno de cada país. La articulación y elección de los sectores que deberían parar sería responsabilidad también de cada gobierno, aunque convendría que la ONU preparase un estudio ecológico y económico general para facilitar las decisiones.
El problema que tenemos con la situación actual del planeta excede, lógicamente, a cualquier actuación que podamos realizar a nivel individual, lo cual no significa que sean inútiles todas las medidas personales, porque todo grano hace granero.
Lo que proponemos con este movimiento no es una solución, es evidente, sino un acercamiento a la toma de conciencia de que hay que frenar un poco para no perderlo todo definitivamente. Toma de conciencia que sería extraordinariamente significativa si consiguiéramos, con la ONU a la cabeza, que la mayoría de los países diera un respiro al planeta durante una semana, al menos y de momento, porque los expertos medioambientales aseguran que hemos llegado a un punto de inflexión donde es crucial tomarnos en serio trabajar en soluciones urgentes, no solo para las generaciones venideras, sino incluso para la nuestra.
El modelo de crecimiento económico actual es insostenible para el planeta, porque agotamos sus recursos casi al doble de velocidad que los produce, y aunque la principal responsabilidad es de los gobiernos, los ciudadanos también tenemos que proponer y exigir soluciones, porque a todos nos va la vida en ello. Nuestro planeta… no es nuestro, solo estamos de paso, y debemos dejarlo lo mejor posible.
Mantente informado
Suscríbete

